La enorme mayoría de nosotros hemos sido entrenados para ser modestos. Cuando llega el momento de charlar bien de nosotros mismos nos sentimos algo culpables. Desde pequeños nos han enseñado que no es bueno hablar bien de uno mismo.

Cargar a la pareja es una cosa que se debe hacer, pero asimismo tiene su tiempo límite, asimismo fatiga, la pareja que es cargada debe asimismo buscar compensar a su par, pues si no lo hace, la pareja escapa de una forma o bien otra.

El resultado de todas estas actitudes no nos puede llevar a una relación ideal, a un entendimiento mutuo, a ese amor que todos buscamos: pasional, abrasador, al equilibrio deseado: a la inversa, queremos huir, alejarnos, gritar, sanar nuestros sentimientos heridos.

Ama y haz lo que quieras; si callas, vas a callar con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor; si disculpas, disculparás con amor. Como esté dentro de ti la raíz del amor, ninguna otra cosa sino el bien va a poder salir de tal raíz.1

No se trata de esperar aproximadamente tiempo sino más bien de estar listos, eso no lo sabemos ni mismos, por que puede llegar el momento sin que lo hallamos decidido anteriormente, sencillamente llega y nos sentimos bien con esto.

Lo importante era que Joana estaba a su lado y Tom sabía muy bien cómo hacerla reír. Su mejor arma siempre y en todo momento había sido la proximidad. La paciencia y el ingenio de Tom, le dejarían suavizar el enfado de Joana.

El sobrepeso o bien obesidad, la tos crónica, el estreñimiento, levantar objetos pesados repetitivamente. Todos estos son factores que le imponen un peso auxiliar a los músculos del piso pélvico y facilitan que broten los prolapsos o se agraven.

Lo único que sí debes reducir son los Negas, las campañas de IDES Activo que empezaste en V2 y todos los recursos destinados a minar su autoestima. Si ella se empeña en no desamparar dicha dinámica, tu misión es hacerle ver que ya no tiene razones para hacerlo. Y, si es preciso, Crea Hielo.

Muchas parejas que vienen a los talleres no pueden ni llegar a imaginarse hasta dónde son capaces de llegar, sienten temor y hasta rechazo a causar dolor a sus sumisas. Yo siempre y en toda circunstancia les digo lo mismo, probadlo, entonces podréis hablar, y si es vuestra sumisa quien os lo solicita… ¡adelante!.

La madre le dijo: Eres mi hija y nadie te conoce mejor que yo. Me percato de que, toda vez que sales y cuando retornas tienes una cara feliz. Siempre y en todo momento vuelves a casa con alegría y buen humor. Estoy segurísima que estás con alguien el cual te llena tu corazón.