
Las horas más hermosas de mi vida, las he pasado a la vera de una dama
El cambio de papeles hay que iniciarlo mucho ya antes de llegar a la cama. En la cena, a lo largo de la tarde o desde el instante en que empieza el día pueden intercambiarse las funciones. Ayuda mucho que cada uno entregue al otro simpáticas notas en las que describe las caricias que le agradaría dar y percibir.