Quienes me conocen valoran sobre todo mi trato dulce y cercano
Poco después vimos que el excedente de la cosecha alcanzaba para venderlo en el mercado del pueblo. De este modo lo hicimos y por primera vez en nuestra vida tuvimos dinero suficiente para comprar mejores vestidos y arreglar nuestra casa. Así, poquito a poco, este año nos ha traído una vida nueva.